lunes, 30 de enero de 2017

Nos volvemos al norte!

Hola a todos!!
Después de la última noche en Elmina, Paula y yo recogemos toooodos los trastos otra vez y nos ponemos rumbo al norte.
Salimos desde Cape Coast y empezamos nuestros duros viajes en trotros reales, hasta el momento como viajamos siempre 11 personas alquilamos un trotro para nosotros solos que nos recoge y nos deja exactamente donde queremos y no tenemos ni que esperar a que se llene, ni ir apretaditos, ni pagar por las maletas...
El primer destino desde Cape Coast es Obuasi. Paramos en esta pequeña ciudad para visitar a la congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, congregación de mi tía la monja, aquí hacen un trabajo maravilloso con personas con discapacidad y también tienen una pequeña clínica para ayudar a las personas de la ciudad con cualquier enfermedad y a las mujeres embarazadas a tener a sus criaturas. Las hermanas nos trataron de maravilla, comimos con ellas y hablamos de sus viajes a españa y de nuestro proyecto en Ghana.
Al día siguiente, nos pusimos rumbo a Kumasi. No está muy lejos de Obuasi, a una hora aproximadamente, asique pensamos en dejar las maletas en un hotel, visitar el mercado (que dicen que es el más grande del oeste de África) y coger otro trotro hasta Kintampo. Vimos el mercado y me creo totalmente que sea el más grande y caótico del mundo. Todo el mundo te toca, te agarra y te regatea para que compres en su puesto y no en el del vecino y acaba siendo un poco agobiante.
Finalmente, conseguimos salir del mercado y llegar a la estación de trotros donde enseguida cogimos uno hacia Kintampo.
Nos ponemos en carretera otras 3 horas y pico más, bastante hasta las narices y solo con ganas de llegar al hotel y dormir, eso hicimos.

Al día siguiente, decidimos levantarnos con calma e ir a ver las cascadas que se encuentran en este lugar, un lugar mágico. 


En esta ciudad pasamos 3 días haciendo trabajos y esperando a la venida de los reyes magos, que nos trajeron a 2 niños Mohammed y Saliman.
Es hora de contar que durante nuestra estancia en Larabanga conocimos a estos dos niños de los que nos enamoramos por todo lo que nos han ayudado en el colegio y en el pueblo. Asique decidimos ayudarles a ellos y pagar su educación en un colegio de verdad donde puedan aprender y labrarse un futuro. 


Pasamos con ellos y con Muni, nuestro amigo de Larabanga que nos ha ayudado a todo lo relacionado con los niños, un día entero en Kintampo, fuimos al colegio, hicimos todo el papeleo y después a otras cascadas para que los niños y los no tan niños disfrutáramos de un día de agua. 


Y llegó el gran día, después de otras 4 horas de viaje, por fin volvíamos a casa, a Larabanga, donde nos sentimos libres de hacer lo que queramos y de ir con toda esa gente maravillosa que aquí habíamos encontrado.

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